Con la llegada de internet han sido muchas las alternativas que han ido surgiendo en el mercado para poder llevar a cabo la validación, y posterior aterrizaje, de nuestros productos en el mercado. Más allá de las clásicas financiaciones, los préstamos personales o el resto de productos financieros estrechamente relacionados con nuestra entidad bancaria, soluciones como el crowdfunding han acaparado un gran interés.
En este artículo te contamos qué es el crowdfunding, sus características y el tipo de funcionamiento que presenta. Además del por qué de su importancia dentro del panorama emprendedor de nuestro país.
¿Qué es el crowdfunding?
El crowdfunding, también conocido en castellano como micromecenazgo, consiste en un tipo de financiación colectiva de carácter online que, a través de una serie de donaciones, permiten alcanzar la financiación que un proyecto necesita para poder salir al mercado.
Para ello, es necesario que capte la atención de sus posibles inversores. Por lo que, además de ser una alternativa de financiamiento, también actúa como una importante herramienta para validar nuestros productos en el mercado.
Por lo tanto, se convierte en un relevante test de validación de cualquier proyecto en el mercado. Los proyectos a financiar pueden tener diferentes naturalezas: desde actividades empresariales hasta proyectos de carácter solidario. Así como organizaciones sin ánimo de lucro o campañas políticas. Durante los últimos años, además, la presencia de proyectos tecnológicos también ha crecido de manera considerable.
¿Cómo funciona el crowdfunding?
Dependiendo del tipo de crowdfunding en el que estemos interesados, existen ciertos pasos que pueden ir variando. Sin embargo, en términos generales, estos son los denominadores comunes que cualquier emprendedor debe superar hasta conseguir su objetivo:
- Elección de la plataforma de crowdfunding: Este es el paso más importante. Desde el primer momento en el que el emprendedor decide que va a apostar por la modalidad de crowdfunding, se debe seleccionar la plataforma adecuada. De este modo, podremos focalizar nuestros esfuerzos y recursos a las características particulares de la misma.
- Presentación del proyecto: La descripción del proyecto, la cantidad de dinero que necesitamos para ponerlo en marcha, el periodo de prueba, las recompensas a ofrecer a los inversores… En la ficha de nuestro proyecto todo debe quedar perfectamente registrado y presentado.
- Publicación: Debemos definir un tiempo límite en el cual nuestra campaña permanecerá activa. Durante este tiempo, las acciones de promoción a través de las redes sociales tienen un gran impacto.
- Finalización del plazo: La plataforma es la encargada de llevar a cabo la gestión de la financiación en el caso de que ésta se haya conseguido. Si, por el contrario, no hemos tenido tanta suerte, se devolverá el importe a los inversores en el caso de que se les haya sido cobrado. Muchas plataformas esperan hasta conocer si se alcanza el objetivo mínimo para transferir el dinero, generando una mejor experiencia al usuario.
Los modelos de crowdfunding
Existen diferentes modelos de crowdfunding dependiendo de la naturaleza de los mismos:
- Crowdfunding de donaciones: En este caso, quienes realizan las aportaciones no esperan ningún beneficio a cambio.
- Crowdfunding de recompensas: En este modelo sí que se recibe una recompensa por cada contribución.
- Crowdfunding de acciones: Se participa en el proyecto a cambio de una participación en la empresa.
- Crowdfunding de préstamos: La empreas debe devolver el dinero prestado más, aparte, un pequeño interés. No es un modelo muy habitual.
- Crowdfunding de royalties: En este caso, se invierte en un determinado proyecto y se obtiene un royalty a cambio.
Los modelos de crowdfunding cuentan con diferentes características y aspectos que determinan su naturaleza. Durante los últimos años, gracias al buen retorno que ofrecen, se han convertido en una de las mejores soluciones para una gran cantidad de emprendedores.